Se necesitan dos gatos, un equipo apasionado y unas 30.000 personas que traigan sus residuos voluminosos: ¡Claudio Vendramin y la RecyclingBörse! Herford.

¡El intercambio de reciclaje! Hasta el 80 por ciento se financia mediante ventas a clientes. 30.000 personas visitan cada mes las ocho sucursales. El resto de necesidades se cubrirán mediante subvenciones de costes de personal. «Pero si ya no llega el 20 por ciento para el personal, tendremos que fusionar, reducir y tal vez incluso cerrar sucursales. Los políticos a menudo subvencionan cosas equivocadas: privilegios para el diésel y los coches de empresa, etc. Nada de esto es sostenible.» El dinámico y fuerte aumento del consumo de recursos y las inmensas montañas de residuos preocupan mucho a Vendramin: «La reutilización debe ser la máxima prioridad del régimen de residuos. Todo el sector alemán de residuos lo sabe. Pero hay problemas con la implementación.»

Pero no sólo la política, la economía y la publicidad tienen la culpa, sino también el comportamiento “aprendido” del consumidor. No habría forma de reducir la cantidad de residuos sin cambiar fundamentalmente el comportamiento de los consumidores. «“Compro, luego existo”, colgamos una vez como pancarta en la entrada. Casi nadie entendió la ironía», dice Vendramin sacudiendo violentamente la cabeza.

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